6 de diciembre de 2012

Emprender en Hispanistán, ¿solo para locos? 1º parte...

Lo más probable es que al año tengas que recoger tus dientes del suelo, pero generalizar es aquí también crear prejuicios, porque también es una palabra muy envilecida y prostituida por powerpointistas que le sacaron al concepto mucho dinero en los días de vino y rosas. Véanse los cursos impartidos por cámaras de comercio como ejemplo.

Mucha gente ha emprendido con éxito al amparo de subvenciones, lo cual no es estrictamente emprender, sino canalizar flujos de dinero preestablecidos. Se reparte el pastel y se dejan las migas para hacer partícipes a quienes tengan las cualidades para comérselas. O sin subvenciones, pero en actividades obligatorias donde la mordida impositiva debe venir acompañada de un informe realizado por alguien competente. Hay muchos ejemplos, como muchos pequeños despachos de ingeniería que surgieron para cumplir legislación del CTE, RITE, etc. Conozco a unos cuantos de estos que en su momento levantaban buen papel pero ahora sorben sus propios mocos con pajita. Desde que murió El Sector que todas las grandes ingenierías rapiñan lo poco que queda de este nicho.

A lo que voy: no falta en España gente con ideas y ganas, lo que falta es transparencia, supervisión y control. Su ausencia es la que ampara a las redes clientelares que por estar largo tiempo arraigadas imponen su ley sin pudor ni vergüenza. Bajo mi punto de vista, aquí es donde la capacidad de negociación es clave: se impone de facto una asimetría que perjudica al novicio. El dominio de un negocio y su actividad no sirven absolutamente de nada si previamente no se han dado las negociaciones pertinentes con éxito. Aquí el castuzo empresaurio u autoridad pública machacan sin piedad, porque vencerles en su campo es muy difícil, aunque no imposible. Es por ello que mucha gente arroja la toalla y se pone a trabajar para el castuzo, que le da un sueldecito, pues enfrentarse a él es casi una derrota asegurada y después puedes ser ninguneado y desterrado laboralmente hablando.

Ejemplo 1: ofrezco servicio a un hay-untamiento, reuniones con concejales y técnicos, aceptan peeeero te dan un plazo de pago demencial e inicio del servicio en el nuevo año. Tragas saliva para evitar insultarles. Al año ves como una empresa hamija realiza lo que les propusiste y al triple de precio xD La idea era (es) buena, la comunidad acepta y gusta del servicio, pero la gestión es lamentable y en poco tiempo el servicio se degrada por puro desinterés.

Ejemplo 2: abro una papelería centrada en clientes industriales, siendo la venta al pormenor residual en mi plan de negocio. Mi tío es ex-diputado y uno de los caballeros del Partido a nivel provincial. Tras presentarme a empresarios locales en un par de fiestas y un bodorrio pronto adquiero buenos clientes. Le estoy muy agradecido a mi tío porque el volumen de ventas es más que aceptable y regular. Él está muy orgulloso por mi valentía empresarial, pues soy el único de mis hermanos que no trabaja en la diputación o en la cosa pública  ::)

Ejemplo 3: mi restaurante va bien, tengo clientela fiel y amiga, un clásico del barrio. Por la “crisis” he aumentado mi horario y ahora abro por la mañana para ofrecer almuerzos; he bajado precios; el local es mio jurjurjur. La jodienda ha llegado cuando la mujer de un engominao ex-político y construjtoh ha abierto cerca un restaurante muy semejante al mio: todo un despliegue de emprendedor palillero, blanqueando dinero. Desde entonces sufro todo tipo de persecuciones administrativas, controles de sanidad, tasas locales, sanciones por ruido, etc. Curioso, por decir algo. La calidad que ofrece es menor por el mismo precio, pero muy chic, cool, etc. Es la novedad y se trata de que la gente guapa vaya allí. Algunos de mis clientes habituales van ahora más allí que aquí por presión social. Yo les digo que aquí la calidad es mayor, y me dan la razón, pero no es suficiente. Bien. Es la guerra. Investigo. Resulta que el estajanovismo reina en su local y pagan muy poco a cocineros y camareros, siendo uno de ellos amigo mío. Me encuentro “casualmente” con el cocinero-amigo en un pub, charlamos, bebemos y llegamos a un acuerdo: le ofrezco dinero a cambio de poner laxante en la comida un fin de semana su restaurante xD. Acepta (no puede ni ver a la petarda de la jefa) y funciona: la gente va allí a tomar aperitivo – dos cañas, pero el solomillo se lo comen en mi local.  :roto2:

Todo ejemplos reales hoygan.

Con todo esto quiero decir que emprender viene muy condicionado por el entorno, y según que casos hay que ser un poco hijoputa para aplacar las agresiones recibidas por las redes clientelares establecidas. Por desgracia en este país es así, el cabroncentismo se retroalimenta, dejando fuera de los puestos de decisión a gente capaz pero frustrada, pues no todos somos unos cabrones sociopatas.

Según este mi punto de vista, emprender en España se puede si a) tienes contactos poderosos b) eres lo suficientemente cabrón para enfrentarte con el mercado cautivo utilizando sus armas: chantaje, extorsión, espionaje, seducción, boicots, falsificación, etc. c) eres muy bueno en algo innovador y tienes muchísima pasta para hacerlo viable.

Para todo lo demás, maleta.

  • Autor:Sidartah
  • Enlace: http://www.transicionestructural.net/transicion-estructural/ppcc-pisitofilos-creditofagos-otono-2012/msg59515/#msg59515
  • Hilo Original:PPCC-PISITÒFILOS CREDITÓFAGOS-OTOÑO 2012


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